Nómadas Digitales, Expatriados y Desposesión en Costa Rica: Bienvenidos los Ricos, Expulsados los Pobres

El nuevo rostro del colonialismo en Costa Rica no lleva la bandera de un país en particular, ni una declaración racial para justificar su invasión. Más bien llega con su visa debidamente aprobada, con conexión estable a internet, una cuenta bancaria en dólares y bajo la categoría de "inversionistas", "expatriados (expats)" o "nómadas digitales". Estos se instalan en propiedades convertidas en Airbnbs, suben las rentas, exigen servicios a su medida, se instalan en las juntas directivas de diferentes organizaciones de representación política, desplazando a los miembros de las comunidades locales y a cambio, son recibidos con exenciones fiscales.

En estos tiempos, el sentido de naturaleza salvaje parece haber desaparecido por completo, los paisajes están en un constante cambio, siendo las poblaciones locales las que a menudo son desplazadas. Esto crea una sensación de "plasticidad" de los lugares: un sitio ya no es intrínsecamente un bosque, una selva o una reserva natural, más bien todos los lugares se convierten potencialmente en "un espacio en blanco", listo para transformarse. Hoy en el sitio donde está un edificio, mañana puede estar una carretera y luego un centro comercial.

La tecnología juega un papel crucial en cómo pensamos y actuamos respecto a estos lugares maleables, los espacios urbanos se transforman sin cesar, las casas residenciales más antiguas son derribadas para construir nuevos edificios, cada vez con mayor celeridad, cambiando nuestra relación con la pertenencia a un lugar y cómo nos pertenecen a nosotros.  La mente de las personas también se convierte en "lugares moldeables", adaptables a los entornos que habitamos, como un soldado, cuyo cuerpo es entrenado para una docilidad total en movimientos, postura y comportamiento, llegando a ser una extensión de la máquina que maneja, su arma,

La promulgación en Costa Rica de la "Ley para Atraer Trabajadores y Prestadores Remotos de Servicios de Carácter Internacional (N° 10008)", conocida por los abogados como " Ley de nómadas digitales" en 2021, es un ejemplo claro de este proceso. El conjunto de beneficios que ofrece la ley, como exenciones fiscales, permisos para importar bienes sin impuestos y reconocimiento de licencias extranjeras, constituye una "tecnología del deseo" cuidadosamente diseñada para apelar a una fuerza laboral globalmente móvil y que busca optimizar sus finanzas individuales y mejorar su estilo de vida. El nómada digital se convierte así en un símbolo de esperanza económica, canalizando el anhelo de recuperación financiera en el Sur Global.

Los actores involucrados en la creación de esta ley, en su mayoría abogados (legisladores como lo fue Carlos Ricardo Benavides, varios operadores del gobierno neofascista de Carlos Alvarado, que se han convertido hoy en el gobierno actual, los grandes bufetes legales, algunos herederos de apellidos de la agro-oligarquía, así como las franquicias de los grandes asesores legales transnacionales y los lobbies de los sindicatos del gran e hiper empresariado como son UCCAEP, PROCOMER y CINDE, entre otros)  están motivados a promocionar a Costa Rica como el destino perfecto para estos colonos repatriados, con la principal intención de crear  un nuevo mercado de servicios legales especializados en inmigración, fiscalidad y el establecimiento de grandes negocios para este nuevo tipo de cliente. Con la creación de este mercado de servicios son pocos abogados los beneficiados, estos se posicionan como expertos, guiando a estos ricos recién llegados en su travesía por transformar nuestro espacio. Esta "ingeniería legal" prepara activamente el mercado para reducir los riesgos percibidos tanto para los solicitantes como para las empresas que podrían emplearlos o servirles.

La ley también crea un mercado paralelo de consumo de infraestructura, alimentación, servicios médicos privados y educación privada, todo con el fin de segmentar a la población según su capacidad de pago. Aparece así una economía dual: una para los nómadas/expats con poder adquisitivo y otra para las comunidades locales. Esto tiene como consecuencia que la brecha de la desigualdad se amplía, no solo en términos económicos, sino culturales y políticos. Estos colonos no necesariamente pueden votar, ni participan activamente en la política, pero sí inciden en cómo se planifican las ciudades, en cómo se asignan los recursos y se redefinen las prioridades públicas.

Mientras tanto, quienes sí pertenecen a estos lugares, porque tanto ellos como sus familias, históricamente nacieron, vivieron y trabajaron aquí, comienzan a ser desplazados, gracias al aumento real de los precios, la expulsión de inquilinos, la pérdida de acceso a la vivienda y a los espacios comunes. Se trata entonces de una desposesión organizada, legalmente facilitada, lo que llaman inversión, es en realidad exclusión, lo que venden como apertura, es en realidad cerrar las puertas para la mayoría.

La tecnología y el trabajo remoto, lejos de democratizar la movilidad, se han convertido en herramientas de segmentación. Viajar, vivir temporalmente en otros países, instalarse con todos los beneficios, solo está al alcance de quienes pueden costearlo. Y al mismo tiempo, las personas migrantes que llegan al país desde países como Nicaragua, Venezuela, Cuba o Haití siguen enfrentando todo tipo de discriminación, barreras, estigmas, controles policiales y precarización laboral. El contraste no podría ser más evidente: unos son bienvenidos como “emprendedores globales”, mientras otros criminalizados como “ilegales”.

Esto no es desarrollo, es la rancia dependencia de siempre, pero reempaquetada, el país que alberga estos colonos no produce valor, lo alquila.

En Justicia Migrante trabajamos para que la migración no sea un privilegio de quienes llegan con dólares y pasaportes de élite. Si enfrenta barreras para regularizar su situación migratoria o acceder a condiciones laborales justas, estamos aquí para acompañarlo con asesoría legal clara, confidencial y comprometida. Síganos en redes y comuníquese con nosotros para cualquier consulta.

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