Detenidos en el CATEM: Costa Rica se integra al club de países "tercerizados"
En febrero pasado, unas 200 personas migrantes, incluyendo niños, niñas, adolescentes y mujeres embarazadas, entraron al país y fueron trasladadas de forma totalmente involuntaria al Centro de Atención Temporal para Migrantes (CATEM) en Ciudad Neily. Estas son originarias de todas partes del mundo y provenían deportadas de Estados Unidos. Hasta la fecha no existe evidencia alguna de que hayan cometido una infracción a la legislación costarricense.
En abril, la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME) dictó una nueva resolución (D.JUR-0135-04-2025-JM-ABM) que promueve para su caso la novedosa figura de la "situación humanitaria extraordinaria". Que en realidad, se trata del diseño de un "corral temporal" que prohíbe toda posibilidad de trabajar, dificulta el acceso a la salud y a la educación, impide el acceso a una defensa jurídica gratuita y restringe incluso la libertad de religión. Es el mismo Estado costarricense el que activamente y bajo un supuesto disfraz de legalidad, disuade y aísla a las personas alojadas en el CATEM.
Esta resolución es un ejemplo de lo que se conoce como "externalización del control migratorio". ¿Qué significa eso? Que un país poderoso decide que no quiere migrantes en sus puertas, porque considera caro e innecesario tratarlos con las condiciones mínimas de dignidad. Así que paga o presiona a otro país (como Costa Rica) para que los aloje en su territorio. Así, la responsabilidad se traslada, el país poderoso se ahorra la bronca legal de dar asilo y en el caso de que a estos migrantes los traten mal en el tercer país, no tiene que rendir cuentas a nadie. Mientras tanto, Costa Rica se convierte en una sucursal más de la política migratoria de otras fronteras alejadas.
Esto no es nuevo, ni exclusivo de la administración actual, es una receta rancia que ya ha sido cocinada en otros contextos. Estados Unidos ya lo hizo con Canadá mediante el acuerdo de "Safe Third Country" (Tercer País Seguro) y con México con la política cruel de "Remain in Mexico" (Permanece en México). Es pura diplomacia verbal convertida en mandato para expandir y contener la militarización de fronteras, aunque países como el nuestro no tengan los recursos para atender remotamente esta demanda.
Australia es famosa por enviar a los refugiados a islas remotas en el océano, como Nauru o Manus, en el marco de su "Solución del Pacífico", creando ecosistemas represivos de normas migratorias extraordinarias. La Unión Europea también ha pagado a países del norte de África para levantar murallas institucionales que impidan el paso hacia el Norte. Es un patrón: convertir a los países de tránsito en perros guardianes, aunque eso erosione sus instituciones nacionales. El plan es claro, crear zonas sin ley, campamentos donde la gente queda atrapada sin futuro, ni derechos.
Las condiciones impuestas en el CATEM siguen este guion al pie de la letra, no se permite trabajar, existen todo tipo de trabas económicas, las garantías mínimas de dignidad son vistas como un chiste y las personas viven en un limbo legal, sin posibilidades reales de regularización. La gente sin papeles, con miedo a la deportación, se convierte en mano de obra informal y el trabajo de cuido de sus familias se da sin ningúna recompensación, estas son condiciones deplorables.
¿Por qué Costa Rica se presta para esto? Por inmensas presiones geopolíticas. Hay amenazas de "guerras comerciales" si no se obedece. Países de América Latina y el Caribe terminan agachando la cabeza y aceptando convertirse en policías migratorios, somos ahora una estensión de la frontera de otro país, pero sin los recursos, ni soberanía para atender el problema que nos transfieren.
Así que, cuando escuchemos sobre la "bondadosa" política migratoria de Estados Unidos en Costa Rica, no nos comamos el cuento. Esto no es una relación de dependencia disfrazada, donde quienes pagan el precio, son las personas migrantes.
Justicia Migrante se ha aliado con el Instituto Internacional de Responsabilidad Social y Derechos Humanos (IIRESODH) para encargarse de la asesoría legal de estas personas alojadas en el CATEM. Hoy mismo hemos presentado un recurso de amparo en conjunto para la protección de sus derechos fundamentales. Estamos comprometidos en ofrecer atención jurídica seria en casos de relevancia nacional e internacional.